Por: Walter D. Poppe
Villa.
Miqueas
5:2
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es
dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable,
Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”
Isaías
9:6
“Aconteció en aquellos días, que se promulgó
un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio
gobernador de Siria.
E
iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subió de
Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama
Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado con
María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.
Y aconteció que estando ellos allí, se
cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo
envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para
ellos en el mesón.”
Lucas
2: 1-7
De esa
manera se anuncio y aconteció la primera navidad hace 2013 años
aproximadamente. Gracias, a este excepcional acontecimiento; en la actualidad
tenemos la oportunidad de contar con un tiempo en el cual es posible hacer una
pausa en nuestro ritmo de vida. Es casi inevitable el no darse cuenta la
llegada de la temporada navideña; se puede observar a nuestro alrededor
decoraciones, luces, anuncios y melodías. Además de una fuerte presencia
comercial que en cierta manera puede llegar a nublar y distraer nuestra
atención con una gran cantidad de opciones que se nos oferta. Tal vez este
bombardeo de ofertas comerciales puede desenfocarnos de la oportunidad que
tenemos de iniciar o retomar comunicación con quienes nos rodean o más aun con
quienes están lejos.
La
distracción que puede surgir por las compras y preparativos para la navidad puede llegar a causar tal presión,
que lleguemos a un punto de estrés e irritabilidad. La cual en cierta manera
puede ser comprensible ya que los comercios tienden a estar más llenos de lo
normal al igual que el tráfico de la cuidad. Es muy curioso ver como las
personas van muy ajetreadas de un lugar a otro, tratando de buscar muy
probablemente los regalos más adecuados.
Una de las
características típicas de la navidad en la actualidad son los regalos, la cual
lógicamente está fuertemente
influenciada por el comercio. Así que es muy sano estar consciente de esta influencia,
ya que nos permitirá tener una mejor reacción al hecho de comprar cosas muy
apresuradamente o inducidos por el marketing,
incluso podrá ayudarnos a no
sentirnos mal, si es que no logramos regalar lo que quisiéramos; ya
que puede ser que el producto se haya
agotado o simplemente este por encima de nuestro presupuesto por citar algunas
razones.
Es muy
interesante sin embargo también recordar que existen regalos los cuales no se
pueden comprar con dinero y estos regalos normalmente tienden a causar mayor
alegría a quienes lo reciben. Por ejemplo los abrazos, las sonrisas, las
palabras de aliento y de apoyo, el estar presentes para personas que sabemos
nos necesitan, el perdón y la bondad, son algunos de entre muchos otros regalos
de este tipo que podemos dar en estas fiestas; y que sin duda pueden llenar de
mucha alegría a quien o quienes lo
reciban.
No nos
olvidemos que el regalo más preciado en la primera navidad nos fue entregado
por amor y gracia por parte Dios; ese regalo fue y será el obsequio más
preciado para la humanidad y es su hijo Jesucristo.
Feliz
Navidad para ti y toda tu familia; y que este tiempo de fiesta pueda llenar de
alegría, paz, amor y lindos recuerdos tu vida.
Escrito
por: Walter Daniel Poppe Villa Larrea
Diciembre
2013
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