Por: Walter D. Poppe Villa.
A la hora y fecha que frecuentemente María y Sara suelen tener su reunión, María llama por teléfono a Sara disgustada porque Sara estaría atrasada por cinco minutos. La llamada que hace María es descortés ya que ni saluda ni tampoco se identifica por teléfono y simplemente increpa de forma directa a Sara por su ausencia. Sara serenamente evita la actitud agresiva de María y le responde que de acuerdo a las normas de la institución María tendría que haber formalizado la cita para la reunión con por lo menos 24 horas de anticipación y que además no había recibido ninguna notificación previa más que su llamada al respecto en ese momento. Sin duda quien estaba equivocada era María, en ese momento al darse cuenta de que ella era la del error, simplemente le contesta a Sara "está bien" y cuelga el teléfono sin disculparse o siquiera despedirse.
En otra ocasión, María y Sara tenían una nueva reunión,
pero por el viaje de trabajo de María tendrían en esta ocasión una video
llamada en lugar de una reunión convencional. Sara previniendo cualquier
contratiempo para la reunión se asegura de tener los aspectos técnicos probados
y funcionando correctamente muchos minutos antes de la reunión. Aspectos cómo
la conexión, micrófono, cámara y otros están en perfecto funcionamiento. Por lo
que Sara puede esperar la reunión con tranquilidad. A la hora esperada María se
conecta con Sara a través de la video llamada, la reunión empieza a llevarse a cabo,
pero Sara nota que María no usa audífonos (esto podría ser un problema si los
parlantes del equipo portátil no son lo suficientemente potentes), como era de
esperarse María empieza a quejarse de que no escucha a Sara. Con la finalidad
de no entorpecer la reunión la reunión Sara incrementa el volumen de su
micrófono al máximo y empieza a hablar en voz alta. A pesar de esto, a lo largo
de la reunión se ve impaciencia y frustración de María que está al otro extremo
de la conexión. Sin duda un detalle tan simple pero importante como el uso de
audífonos podía haber solucionado ese ingrato inconveniente. Termina la reunión
y a los pocos días en el informe de María a la gerencia de la institución
aparece una reseña negativa en contra de Sara que dice lo siguiente:
"...la reunión se llevó a cabo normalmente sin embargo no pude entender
muchos detalles que Sara me proporcionaba debido a que ella no habla
claramente..."
En esta historia relatada podemos ver que María
tiende a ser una persona que le gusta tener la razón independientemente de si
ella está equivocada o no. Este tipo de actitud genera muchos conflictos y
tensiones incluso en las circunstancias más simples. El no haber formalizado
una cita para una reunión o el haber olvidado traer consigo unos auriculares
para una video llamada son circunstancias tal vez muy simples, pero vemos cómo
la actitud de María las convierte en complicadas y llenas de tensión.
Este tipo de actitud reactiva es uno de los
principales factores de pleitos y discusiones en relaciones laborales, familiares,
de pareja e incluso con personas desconocidas en lugares públicos. Este tipo de
actitudes no son aisladas y ocasionales por ejemplo es suficiente pensar en un
embotellamiento o congestionamiento vehicular. Seguramente todos en esta
sociedad actual hemos estado alguna vez en tal situación y si no hemos sido
protagonistas de tales reacciones reactivas, por lo menos fuimos espectadores
de las mismas. Y es sorprendente descubrir como en algunos de estos casos el
haber cedido el paso a otro vehículo era la solución más simple y
efectiva.
Por el contrario, una actitud serena y prudente
hace la gran diferencia sobre todo en situaciones complicadas. Actitudes tales
como el orgullo, soberbia, egoísmo, son el principio de una lista la cual es la
razón de que incluso situaciones que podrían ser muy simples de solucionar se
conviertan en situaciones muy conflictivas e incluso estás situaciones simples
de resolver, podrían complicarse aún más si es que ambas partes toman este tipo
de actitudes negativas. Una actitud propositiva y asertiva que busque
soluciones al conflicto, solo es manifestada en esos momentos de tensión donde
las emociones sin control lo único que causan son más problemas. Pero cuán
difícil resulta hacer esto cuando existen intereses personales de por medio, es
por esta razón que no es extraño entonces que cualquier conflicto se agudice
aún más independientemente de su complejidad.
Es importante también recordar que no siempre
tendremos la razón ya que somos seres imperfectos y que podemos fallar. Estar
conscientes de esto permite solucionar un conflicto de forma mucho más rápida
ya que podremos enfocarnos en la solución más que en aspectos secundarios como
el tener la razón o no. Entonces de esta forma pasaremos a ser parte de la
solución y no del problema en cualquier tipo de conflicto.
"La blanda respuesta quita la ira; Mas la
palabra áspera hace subir el furor."
Proverbios 15:1
Proverbios 15:1
Escrito por: Walter Daniel Poppe Villa
Larrea
Diciembre, 2017
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